Pages

domingo, 6 de octubre de 2013

VENDIMIANDO Y DISFRUTANDO


El final del verano para mí es la época más bonita en la que se trabaja en el viñedo. Seguro que pensaréis que es porque se recoge el fruto de la cosecha y demás, pues por eso también, pero lo es, porque todavía hace calor, pero no, ese insoportable de pleno verano, todavía apetece comer en el campo y los aromas de muchas plantas ya secas alegran la pituitaria. A lo que voy, que como ya anuncié en twitter, en este blog, nos hemos puesto a la faena.

Ha sido una vendimia con retraso, viendo como empezó el mes de septiembre decidí posponer el inicio de toma de muestras a medidos de mes, el año pasado ya tocaba vendimiar. Al final, vista la evolución del grado y acidez y teniendo presente la meteorología, decidí empezar la vendimia el domingo 6 de octubre. Ya lo sé, si eres de mi pueblo o alrededores pensarás ... es pronto, pero no, algún día analizaré en otra entrada el motivo de porque es buena fecha para unos y para otros no, hoy no toca.

muestreando
Pues como venía diciendo, con unas previsiones de entre 14-15 grados de alcohol probable, comenzamos con la tarea de la recogida de la uva. Como siempre limpieza de cajas y material a utilizar y transporte hasta la viña.


cajas limpias y dispuestas para ser llenadas
Primeras uvas en llegar

El domingo recogimos la viña en vaso, para acabar el lunes con la viña en espaldera. El orden no altera el producto. Ya se podía intuir este verano que la cosecha iba a ser corta, no tanto como el año pasado, pero con las lluvias de primavera las perspectivas eran muy buenas y las heladas casi veraniegas troncharon, y nunca mejor dicho, las ilusiones y los resultados. Otro año será …

Primer plano de racimo

Almuerzo del lunes por la mañana
Racimo de viura
Vendimiar es un trabajo que cansa, "agachar el lomo" castiga el cuerpo, pero si el ánimo es bueno la tarea resulta menos agotadora. No podía faltar la pitanza, como siempre alegrar el estómago y llenar la barriga para reponer fuerzas y seguir con la faena.


Barbacoa del lunes
Y tras recoger la uva, tocaba despalillar y estrujar.


Y como no resulta bonito mentir, aquí podéis comprobar la medida del refráctometro una vez terminado el trabajo de estrujar toda la uva.

Resultado final del mosto ya  despalillado y estrujado
La comparación con respecto a otros años, resulta negativa respecto a la cantidad, y parecida respecto a la calidad, presiento un vino redondo, con esas características que aporta este maravilloso terruño en el que se asienta este viñedo: afrutado, untuoso, carnoso, elegante y balsámico que expresa de una forma espléndida la personalidad y matices de la alcarria alta. La descripción me ha quedado niquelada, je, je

Nos vemos prensando!!