Con la llegada del invierno podía pensarse que las tareas de campo aplicadas al viñedo se reducen, pero no es así, son muchas las labores que se realizan en esa época del año. Sin ir más lejos, nos toca podar, una de las labores más importantes que hay que ejecutar con precisión y a su debido tiempo. En el mes de enero suelo programar la poda de la viña en vaso, y dejo para el cuarto menguante de marzo para terminar la viña en espaldera, busco con ello retrasar la brotación de la vid, importante en estas tierras alcarreñas de inviernos duros y heladas primaverales, desgraciadamente es uno de los enemigos que más temo. El pasado año el 15 de mayo día de San Isidro, que irónico, patrón de los labradores, nos obsequió con una helada que dejo todo el campo, viñedo incluido, con unos daños irreparables de cara a la cosecha del año 2013.
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Un día claro y con sol ... que lujo |
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Buscando a Wally ... en una cepa vieja
Aunque en esta entrada del blog os resumo la poda completa, la realicé en veces diferentes como ya aclaré en los párrafos anteriores. Normalmente se utilizan tijeras a dos manos, tijeras de una mano y en ocasiones una sierra de poda para las cepas ya viejas que hay que perfilar .
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Podada y 'abierta' |
En esta ocasión os dejo instantánea de una cepa en vaso que ha sido podada con tijera a dos manos y para terminar también ha sido abierta, vocablo que tanto aquí en Cifuentes, cómo imagino que otros lares, utilizamos para indicar que ha sido cavada alrededor, aireando la tierra y eliminando las malas hierbas que decidan cohabitar con la cepa. Sólo quedará pendiente añadir estiércol y la labor casi se habrá completado.
Y cuando uno trabaja merece una recompensa, os pongo unas fotos de las viandas degustadas en la viña preparadas con brasas en las que empleo los sarmientos de la poda de años anteriores que ya están secos. Una delicia para cualquier paladar, y si la acompañamos de unos tragos de una bota de vino tocamos el cielo. Que bien sienta la comida en el campo. Todavía recuerdo ir con mi padre al campo y esperar con unas ganas enormes a que mi madre llegara con su bolsa de comida, humilde en muchos casos, porque no había para más, pero como ella dice: de 'cosa güena'.
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Chorizo de Cifuentes y unas alitas de pollo para el almuerzo
La primera parada del día, fue para almorzar, termino que aquí se refiere al desayuno tardío, y que otros sitios utilizan más bien para la comida principal del día, para ésta, nos esperaba un clásico estos últimos años, los calçots con salsa romesco y la butifarra. Un día de estos, publicaré la receta de la salsa, que tiene su miga, jeje, nunca mejor dicho. Acudamos al refranero: buen vino y buena 'tajá' y no apurarse por 'ná'.
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Salsa romesco casera
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Poda y calçots ya son amigos |
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La butifarra hermana de los calçots |
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Terminado el día se está preparando una buena |
Las jornadas terminaron sobre las expectativas previstas. Se concluyeron los trabajos y aproveché para revisar la cepas viejas y anotar alguna que otra observación en el cuaderno de campo de cara al año venidero. Espero que este año la climatología sea más benigna. Eso sí, no me hago muchos ilusiones, el tiempo está loco.